domingo, 24 de febrero de 2013

Historia moral


Había una vez una clase de 4º de la ESO en la que se fueron de excursión a un país extranjero, estos chavales iban a ver los grandiosos monumentos y la belleza típica de la naturaleza de ese país, pero ellos no sabían que allí existían tribus con otras costumbres.
 Después de varias horas andando por el recorrido que se les mandó hacer; hicieron un descanso. Pero hubo un chaval que quería seguir mirando las aves hermosas de ese país, él vio una y se quiso acercar para tocarla pero se fue volando, el chico no se dio por rendido así que fue tras ella.
El ave reposó sobre el hombro de un extraño que vestía de manera diferente; el chaval se quedó ojiplático al ver su alrededor lleno de hombres con unas vestimentas extrañas.
Esos hombres hablaban otra lengua, pero parecían alegres; el chaval lleno de miedo se fue corriendo pero uno de los hombres le cogió y le sentó en una mesa.
Los demás hombres se sentaron también y le trajeron al chaval una vaca muerta; estos hombres después de enseñarle la vaca al chico, la rajaron por la yugular y sacaron su sangre para luego bebérsela.
En ese momento entró al recinto el guía, vio la ceremonia y se fue hacia el chaval.
El guía le dijo que no tuviera miedo porque estaban celebrando la llegada de un hijo del viento a su país.
El chico se puso alegre, hizo como si se bebiera la sangre y luego vio que esos hombres se pusieron a bailar de manera extraña así que el chaval como ya sabía que no eran malas personas pues bailó con todos ellos.
A la vuelta del viaje el chico le contó a sus compañeros que no deben de juzgar a una persona antes de conocerla y todos ellos debatieron felices sobre estos valores.

El valor moral de esta historia es que no se debe de juzgar a las personas antes de conocerlas y que al chico no le pareciese moral lo que hacía ese grupo de indígenas porque no pertenecen a la misma sociedad que estos.